Tras las pruebas técnicas realizadas en Punta Arenas, el proyecto avanza hacia su siguiente etapa: evaluar la factibilidad de instalar una planta piloto de mayor escala que permita validar los procesos y cuantificar el potencial productivo en Aysén. Este paso será clave para determinar la sustentabilidad técnica, ambiental y económica de un combustible derivado de residuos locales. Mientras tanto, el trabajo conjunto entre la UMAG, la Seremi de Energía, la Universidad de Aysén y el CIEP continúa consolidando un modelo de colaboración científico-tecnológica en el extremo austral del país, orientado al desarrollo energético responsable y al fortalecimiento de la economía circular.