La sesión incluyó una mirada internacional donde Jeanne McKnight, directora ejecutiva de la Northwest Aquaculture Alliance, abordó los desafíos regulatorios y sociales que enfrenta la acuicultura en Estados Unidos tras la restricción del uso de balsas-jaula en la costa del Pacífico Norte. La representante explicó que la organización busca fortalecer la legitimidad social del sector mediante la colaboración con instituciones científicas y el diálogo con las comunidades. “Somos una alianza que trabaja para que las personas obtengan la licencia social para operar. Nuestro rol es ser una voz unificada que hable en nombre de todos nuestros miembros con información científica y transparente”, sostuvo.
McKnight enfatizó que la prohibición de la acuicultura en aguas marinas del estado de Washington afectó directamente a empresas y comunidades indígenas, señalando que “el derecho a cultivar peces fue eliminado cuando se prohibió la acuicultura de peces en el estado; ahora las comunidades solo pueden hacerlo con fines ceremoniales o de subsistencia”.
Por su parte, Bill Dewey, director de Asuntos Públicos de Taylor Shellfish Farms, presentó la experiencia de la empresa en el cultivo sostenible de ostras en la costa oeste de Estados Unidos, destacando su aporte a la producción de alimentos saludables y a la economía costera. “En el estado de Washington podemos ser propietarios de terrenos intermareales, y esa es la razón por la que somos líderes en la acuicultura de ostras en el país”, explicó.
Dewey detalló las innovaciones aplicadas para garantizar la inocuidad alimentaria y la sostenibilidad ambiental, incluyendo sistemas de recirculación con luz ultravioleta para la eliminación de Vibrio. “En un sistema cerrado de agua recirculada, las ostras bombean y purgan las bacterias mientras la luz ultravioleta las destruye, lo que permite reducir un 95 % la carga bacteriana en 24 horas y eliminarla completamente en tres días”, precisó. Agregó que estos avances son resultado del trabajo conjunto con universidades y centros de investigación, orientado a asegurar productos más limpios, trazables y sostenibles.
En La Serena se realizó el Seminario Internacional “Innovación sostenible para los desafíos de la Acuicultura Emergente en Chile”, organizado por el Centro de Innovación Acuícola AquaPacífico, con la participación de investigadores, sector productivo, representantes de organismos públicos y expertos internacionales que debatieron los avances tecnológicos y las oportunidades para fortalecer el desarrollo de especies emergentes como la ostra japonesa (Crassostrea gigas) y la palometa (Seriola lalandi)
El Dr. David Ulloa, gerente general de Imenco Aqua Chile y miembro del directorio de AquaPacífico, presentó una panorámica de tecnologías clave para el cultivo de peces en Chile —tanto en tierra como en balsas-jaula— con foco en alimentación, estimación de biomasa y oxigenación/aireación frente a FAN. “Los pilares de innovación en la acuicultura son genética, nutrición y tecnología”, sostuvo.
Sobre oxígeno y mitigación de floraciones, explicó la adopción de difusores de alta eficiencia y el desarrollo de un banco de pruebas para medir KLa y eficiencia real por flujo másico (optimización a bajos caudales). Para FAN, describió anillos/discos de surgencia que bombean agua más limpia desde profundidad y cortinas perimetrales.
La Dra. Katherine Alveal (AquaPacífico) presentó un alimento funcional para la preengorda de Seriola lalandi, suplementado con levaduras marinas autóctonas aisladas del tracto digestivo de peces sanos, en el marco de un proyecto FONDEF-ANID. “Esta etapa de pre-engorda es una de las etapas más críticas dentro del cultivo”. “Queremos trabajar con levaduras autóctonas extraídas del propio tracto digestivo de peces marinos sanos”. El equipo ya validó estabilidad del pellet en agua de mar y reportó viabilidad de las cepas tras la inmersión.
En la misma línea de economía circular, el Dr. Pedro Toledo (Universidad Católica del Norte) expuso el desarrollo de dietas con subproductos de la pesca y la acuicultura regional (crustáceos, ostión, macroalgas), con resultados de crecimiento, rendimiento y pruebas organolépticas en corvina, además de ensayos en aves ponedoras con inclusión de macroalgas. “Hay que innovar y en esa innovación la región tiene mucho producto y subproducto que uno podría utilizar”. “Mi planteamiento es que nosotros podemos hacer economía circular con los subproductos de la pesca y la acuacultura”.
La jornada culminó con un panel moderado por Adolfo Alvial, director ejecutivo del Club de Innovación Acuícola, quien subrayó la necesidad de “impulsar un trabajo colaborativo que permita desarrollar especies apropiadas para cada zona y proyectos con visión de mercado desde su origen”.